lunes, 28 de abril de 2008
Airbourne "Runnin´ Wild" y una pequeña anotación
El pasado sábado amaneció desapacible a más no poder, nublado, lluvioso, poco prometedor. Sabéis que en estos casos las sábanas suelen pegarse bastante mas que en condiciones normales, así que opté de inmediato por taparme de nuevo, plegar la oreja otro rato mas y esperar que o bien mi madre al salir a comprar o mi abuelo pillasen el Ribera correspondiente. A mediodía, mientras torpemente me quitaba las legañas tamaño XL que había cultivado con esmero a lo largo de la noche y parte de la mañana, andaba yo atontado abriéndome un actimel para elecaseinmunizarme, cuando sonó el teléfono. Era mi madre. Preguntas de rigor: ¿Que tal todo?, ¿que vas a comer?, date crema que llevas la piel muy seca, etc, etc. La mía fue más directa. ¿Habéis cogido el Ribera? Si, y además han escrito en referencia al Artículo de los Arctic Monkeys. Ah ¿si? Y luego me leyó del tirón todo el comentario que Fernando Guillén, desde la Joyosa, publicó en la sección Cartas al director. Simplemente quería dejar constancia aquí, del buen sabor de boca que me dejó leer tu carta, digo mejor, cuando me la leyeron, a pesar de que cuando a mi madre le toco enfrentarse con ese acento Británico/Barbolero al título de I Bet You look good on the Dance Floor nos echáramos unas risas. Como normalmente esta sección es de carácter general y no personalizado en ninguna persona en particular, si te parece, Fernando, te invito a que te pases por la entrada de los Arctic Monkeys en el blog del Apotema (www.eltemadelapotema.blogspot.com). Allí, digámoslo así, he dejado una especie de contrarréplica en relación a tu misiva de la semana pasada. Pero ante todo, que conste en acta que se agradece y mucho que un lector de su punto de vista enriqueciendo con sus comentarios una sección que dada su temática, se potencia un 200 por ciento cuanto mas gente opina y muestra su parecer. Por otra parte, en el foro del Ribera (www.ribera2000.net) he abierto también un post sobre este Grupo para que los foreros activos que a cuenta gotas se dejan caer por allí, dejen también su opinión al respecto. Y como parece que las bandas noveles suelen gozar de cierta simpatía por la Ribera, esta semana por no variar -ya que iba a hablar de Muse, otra vez- me gustaría contaros las peripecias y el sonido de una banda que llevo escuchando varias semanas ya, y a la que todavía no parece que le haya llegado la hora de abandonar mi Ipod tras varias escuchas, y eso es muy buena señal. Ya lo creo.
Y es que Airbourne es otras de esas bandas nuevas de reciente éxito, que tiran del pasado para triunfar en el presente. Si Wolfmother ya deben gran parte de su éxito a bandas clásicas como Black Sabbath o Led Zeppelin, Airbourne hace lo propio rindiendo todo el tributo que pueden a sus paisanos, los legendarios, AC/DC.
Runnin´ Wild es un disco de Rock de los pies a la cabeza, directo, con buenos riffs de guitarra, y con una intensidad y motivación propia de banda novel dispuesta a llegar al estrellato sea como sea. Además, a falta de un nuevo disco de los añorados colegas AC/DC, bien podemos deleitarnos durante un tiempo con esta especie de acólitos con melenas hasta que Scott y los suyos decidan desempolvar, su ya a estas alturas, seguro desafinada, Gibson Les Paul. Mientras tanto, temas como Stand up for the Rock, Too much, too young, Too Fast, o Diamond in the Rough, nos sirven de aperitivo a la espera de que los australianos más famosos del Globo vuelvan, por lo menos, a ponerse de gira. Ojala Airbourn sigan regalándonos los oídos durante mucho tiempo con discos como este, recemos para que no pierdan la frescura ni la intensidad, que sean buenos, que recen por la noches y que no se dejen caer en la tentación, más líbralos del mal de dejarse llevar por el famoseo, las drogas y las groupies, y ojala mantengan la cabeza fría para seguir facturando discos en el futuro como este muy respetable Runnin´ Wild. La todopoderosa Roadrunner ha mediado en todo esto y los ha fichado para formar parte de su gran familia rockera (también Roadrunner ha sido la productora del inminente nuevo trabajo de S.A) así que por lo menos, sabemos que tanto los australianos como nuestros vecinos Vascos, están en buenas manos. Roadrunner otra cosa no, pero sacar discos si que saben, y bien además.
sábado, 19 de abril de 2008
Aquella tarde hubo suerte
El otro día me pasó lo mismo que el anuncio ese de Donuts en el que a un pavo con cara de ídem, así, de repente le empieza a salir todo bien, gachises, fajos de dinero, yates, etc. Lo mío no fue a esos niveles, pero vamos, partiendo de la base de que el azar y yo no nos llevamos nada bien, lo que sucedió esa tarde se sale de lo que popularmente se conoce como, sonar la flauta.
La cosa empezó en el Parking. Como ahora es más fácil, hablando de suertes, que te toque una bonoloto que encontrar un sitio para aparcar en cualquier calle de Zaragoza, no nos queda otra que bajarnos los pantalones hasta los tobillos, hacer acopio de unos cuantos euros, y dejarlo en un Parking el tiempo justo y necesario para hacer las gestiones pertinentes, antes de que el parquímetro ascienda más que la cuota mensual de tu hipoteca. Por eso, cuando la maquinita que te lee la matricula y te levanta la barra para que accedas al parking, me escupió un ticket que rezaba en mayúsculas, TICKET PREMIADO... ¡Albricias!, me dije para mis adentros, ya era hora de que me tocara algo que no fuera un vil atraco al bolsillo. El camino pues hasta mi plaza de aparcamiento derivó en una serie de ensoñaciones y desvaríos de todo tipo. Ya verás, como me ha tocado un viaje al Caribe, o algún fin de semana en un barco de esos fiesteros de JB, o mejor, un pase vitalicio para aparcar gratis de por vida, Forever and Ever en todos los parkings del globo, o al menos en los de la ciudad del Viento. Iluso. El tema ya empezó a flojear cuando inicié una nerviosa y excitada conversación con la controladora del Parking, toda ella apostada tras una cabina de cristal de esas en las que meten a los Talibanes cuando van a juicio. Me ha salido esto, me ha salido esto. ¿Qué es? ¿Qué es? pregunté. Y ella, con ese timbre de voz tan desganado como ausente, me replico: “Señor -mal empezamos- el ticket premiado le da derecho a una estancia gratuita”. Me cago en tus muertos más frescos, susurre rabioso entre dientes, y me piré con resignación y la cabeza gacha escaleras arriba, hacia el exterior. Hasta aquí el capitulo grotesco de la tarde. Ahora viene lo de la música, que en sí, es el tema principal de estas líneas. Después de revisarme la vista y comprobar que cada día que pasa veo menos que un topo vendao, para paliar la depresión, me metí en la Fnac, solo a “alparcear” un poco.
Hace años era comprador compulsivo de cds, pero con el tiempo, la tecnología, el Emule, el ascazo que me da la SGAE, y por otras muchas más razones, mi facturación ha bajado, infinitamente más que el tanto por ciento de la venta de discos en España. Desde hace una temporada, los incunables de la música que me gusta conservar, los pillo a través de Internet, en Amazon concretamente. Razones: El precio es mucho más competitivo, el dólar está hecho polvo, aprovechémonos mientras podamos. El catálogo a elegir es increíble, nada que ver con el encorsetamiento musical y sectarismo sonoro que reina en las Españas, donde para conseguir un cd un poquito menos convencional tienes que dejarte mínimo 20 euros, y entre eso, la hipoteca, y los tickets de parking, uno no puede hacer otra cosa que hacerse con un bote de vaselina y echarse a la calle a vender su cuerpo para poder pagarse sus vicios culturales. Y no es plan, las cosas como son.
Con esos pensamientos rondando la azotea, me encontré en la sección de discos con mira tú, un par de ofertas buenas buenas. Origyn of Symmetry y Absolution de Muse, cada uno por 7.50 Euros. Así sí. Los pillé, pagué religiosamente, y sin acritud salí de la Fnac. En la calle hacía frío, pero el tabardo nuevo del Pull & Bear hacía frente al cierzo que rascaba por el Coso de arriba abajo. Hacia Arriba pues fijé el Rumbo para plantarme en la Tienda Tipo, otro de los establecimientos, otrora clave, en la ardua tarea de buscar música de calidad y a buen precio. Cuando llegué, ya noté que los modelos de negocio de las tiendas de música están cambiando, diversificando éstas su Business en otras líneas que aún siempre teniendo que ver con la música, tocan otros palos, quizá más rentables que la venta de cds, reducida ésta a un mínimo espacio en el ya de por sí raquítico local comercial del que goza la tipo. Camisetas, chapas, hasta tatuajes, réplicas en miniatura de ídolos musicales (había una de Kurt Cobain muy guapa, pero 80 euros, vaya margen) eso es lo que más triunfa ahora por lo visto, en las tiendas de música. Allí dentro, dos alegrías más al cuerpo. La primera, un Dvd del que probablemente sea ahora mismo el grupo más en forma del estado, Los Berri Txarrak (otra semana os hablaré con devoción sobre ellos). Trece euros, aceptable, por lo menos no son los veintipico que te piden ahora por cualquier otro documento audiovisual que verse sobre temas musicales. Como me veía en racha, ticket gratis, Muse, Berri Txarrak, me detuve un rato mirando en los estantes. Allí había colgado un cartel en el que se organizaba un viaje para ir a un concierto de Bon Jovi. Jodo pedrín, una cosa es hacer negocio y otra es organizar excursiones para ir a ver al bujarrilla este. Seguimos a la caza y captura de la oferta del siglo, el chiquiprecio de la semana, la oferta loca del día. Letra A, Aerosmith, paso. Letra B, Bon Jovi ¿otra vez? ¿Estamos en Chueca o qué?. B, C, D.... M, Madball. 15 euros, pasopalabra. R, S, T... esta es la mía. The Stooges, disco debut, edición especial con temas remasterizados y cd adicional con descartes de estudio. 8.50 euros. A la Huchaca.
Me fui a la caja, saqué mis posibles, pagué, me aguanté el esputo que me pedía a gritos el póster de Jon Bon Jovi, llegué al parking, puse cara y pose de Marqués pudiente, le dije a la de la cabina de los talibanes que me canjeara mi ticket premiado -segundo salivazo de la tarde que me aguanté- y así emprendí el camino de vuelta a casa, con 3 discos, un Deuvede, y media dioptría más. No estuvo mal.
domingo, 13 de abril de 2008
Arctic Monkeys "Whatever people say I am, that´s why I´m not"
Ya podían estos haber sustituido tan largo título por otro que les hiciera más justicia, no se, que nos quiten lo bailao por ejemplo hubiera estado mejor traído, ya que la carrera de estos jovenzuelos, no ha hecho casi ni empezar, y sin embargo, ya ha tocado techo.
No me gusta abrumar al personal con datos y fechas, pero el artículo obliga. Los púberes protagonistas de hoy, sin todavía ningún disco en el mercado, llenaron pabellones y locales por varios países de toda Europa, y no solo eso, gracias a Internet y a su Web, el personal que acudía a todos sus bolos se sabía todas las letras de memoria. Esto fue allá por el 2005. A principios del 2006 un tipo listo de EMI los contrata y les saca su primer larga duración. Conclusión, Wharever people... ha sido el disco de debut que más rápidamente se ha vendido en el Reino Unido superando incluso al respectivo de los Beatles.
Me da a mí que Arctic Monkeys son flor de un día, y más siendo de donde son, o sea ingleses, país donde cada día la prensa musical necesita encontrar a los nuevos salvadores del rock, a los nuevos visionarios que hagan temblar los cimientos, las estructuras, los pilares y los machohembraos de la industria discográfica. Antesdeayer eran Franz Ferdinand, ayer Bloc Party, y hoy Arctic Monkeys. Ya veremos quien toca después. Tablas no les faltan al grupo, capacidad tampoco, pero superar un disco de debut en ese país es harto difícil. Probablemente no les dejarán crecer y experimentar como grupo. Lo más fácil es que expriman la gallina de los huevos de oro hasta que otro Hype sea más interesante y sobretodo, rentable.
Yo mientras tanto contemplaré el tropezón de estos grupos escuchando sus discos, los primeros, los espontáneos, y no los posteriores, que ya son los arreglados, los maduros dicen, los coñazo vamos.
Whatever People... capta como pocos discos, la frescura inicial de un grupo, la que sale cuando solo se piensa en hacer y facturar música por y para uno mismo, y no para millones de personas. Su single de presentación I Bet that you look good on the Dance Floor, y su correspondiente video, refleja, deliberadamente, el pasado amateur del grupo, pretendiendo captar los últimos momentos antes que la banda pasase a formar parte del mainstream británico.
El resto de canciones conforman un tratado de pop directo, pegadizo, sin complejos, crudo, sin arreglos, secciones de cuerda, violines, etc.
Hace poco sacaron su segundo disco, el de la confirmación, el difícil, y lógicamente se la pegaron de bruces, Favourite Worst Nightmares, no es mas que un disco más, nada reseñable, más comercial, accesible, y menos rabioso y sincero que el anterior. Ahora con Internet, y en concreto con myspace, es mucho más fácil llegar, pero lo es muchísimo más mantenerse.
lunes, 7 de abril de 2008
Punk
Desde hace una temporada ya, por casualidad he descubierto que cuando cae la noche, para poder conciliar el sueño que siempre se demora más de lo recomendado, uno prefiere sentarse a darle un rato a la tecla en detrimento de lo que antes eran unas veladas apasionantes jugando al FIFA 08 en la Play. Al final, si he de pegar ojo, lo hago mejor dándole vueltas a lo que he escrito y/o pensado, ya sea en alta o voz baja, o por escrito en esto que ahora leéis, siempre pasado por una especie de filtro de seguridad que uno se auto impone para no importunar en demasía al respetable. Intento no dispersarme, pero nunca lo consigo. Si os dais cuenta toda esta especie de ponencia plasta que tenéis en vuestras manos empieza en el momento en que una noche, contra un inglés, pierdo cinco a cero jugando online al antes mencionado FIFA 08. El con el Chelsea, yo con el Barça, Hat Trick de Drogba, uno de Pizarro, y otro de falta directa de Lampard. Mi defensa todavía esta buscando sus caderas en el campo. Lo único que pude hacer es cazar por detrás a Wright Phillips y mandarlo a la caseta lesionado. Esta mal, lo se. Lo hice por despecho. Lo veis, ya me he ido por las ramas...
Malos tiempos para la lírica, rachas, golpes bajos, a todos nos dan. Nadie escapa a las vendettas y a las puñaladas traperas. A todos nos las asestan de vez en cuando, unas duelen más, otras menos, y otras las esquivas valientemente cual Capitán Alatriste. Pero lo cierto es que todo esto, se lleva mejor si cuando sales de ese trabajo que ya no te llena y estas intentando dejar, lo canalizas a través de escritos, borrones, tachones, y música de fondo.
Llevamos unas cuantas líneas ya, y todavía no he dicho nada de la foto que acompaña a este artículo. Pero Nevermind The Bollocks tiene más que ver con esta charla de lo que hasta yo mismo creo.
Tengo por costumbre escuchar este disco cuando las cosas no van bien, cuando flaqueas, cuando tu orgullo tiene que ser reforzado, y cuando tus ideas y tus principios están cuestionados hasta por tí mismo. Lo tengo siempre a mano para tirar de él en esos apurados momentos en los que la única forma de protestar que tienes es escuchando punk. Este disco fue el que, no probablemente iniciara todo (antes ya estaban Stooges y los MC5), pero sí el que fomentó una revolución musical y sociológica que a día de hoy, no conoce precedentes. Otro día haremos memoria histórica y comentaremos aquí, si os parece, el auge, explosión, y la absorción por parte de la industria, de este fenómeno que irrumpió en la Inglaterra de los 70 como un auténtico vendaval. Hoy ya me perdonaréis pero el cuerpo me pide otra cosa.
Quizá el punk, aunque pueda parecer lo contrario, sea el término más amplio e interpretable de la música, el género más moldeable. Yo lo veo, lo siento, y lo vivo no desde el punto de vista más purista, esto es, el que incluye las crestas, la demagogia política, la negación de cualquier regla y orden, el libre albedrío, o la insumisión a todo tipo de leyes, dictados, y por supuesto, estados gubernamentales.
Me atrae el punk por su primeriza honestidad, por su perseveración en la defensa de sus ideas, y por hacer del orgullo, quizá el último resquicio de nuestra personalidad que podamos defender y del que nos podamos sentir, valga la redundancia, orgullosos de hacerlo.
Con todo esto, y ante tal panorama, uno tiene que hacerse fuerte, tener suerte de tener una familia de 10, una pareja comprensiva y empática, amigos con los que desconectar y desahogarte a la vez, y un buen puñado de discos que ponerse a tope cuando las cosas vienen mal dadas. Sex Pistols son el mejor compañero de viaje para ese difícil y descorazonador camino. Está comprobado ante notario que tararear God Save The Queen, Sub-Mission, o la celebérrima Anarchy in th U.K, al menos una vez al mes, alivia stress, baja la ansiedad, refuerza ideas, aclara la mente, y sube la autoestima.
Ya es tarde, y pido disculpas, quizá todo este batiburrillo de palabras hubiera sido más conveniente soltarlas de tirón en alguno de esos programas nocturnos donde la gente llama, se desahoga, cuelga el teléfono, y espera insomne un consejo que nunca llega. Os ha tocado la chapa hoy, lectores del Ribera. Ya lo siento.
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