sábado, 19 de abril de 2008

Aquella tarde hubo suerte


El otro día me pasó lo mismo que el anuncio ese de Donuts en el que a un pavo con cara de ídem, así, de repente le empieza a salir todo bien, gachises, fajos de dinero, yates, etc. Lo mío no fue a esos niveles, pero vamos, partiendo de la base de que el azar y yo no nos llevamos nada bien, lo que sucedió esa tarde se sale de lo que popularmente se conoce como, sonar la flauta.
La cosa empezó en el Parking. Como ahora es más fácil, hablando de suertes, que te toque una bonoloto que encontrar un sitio para aparcar en cualquier calle de Zaragoza, no nos queda otra que bajarnos los pantalones hasta los tobillos, hacer acopio de unos cuantos euros, y dejarlo en un Parking el tiempo justo y necesario para hacer las gestiones pertinentes, antes de que el parquímetro ascienda más que la cuota mensual de tu hipoteca. Por eso, cuando la maquinita que te lee la matricula y te levanta la barra para que accedas al parking, me escupió un ticket que rezaba en mayúsculas, TICKET PREMIADO... ¡Albricias!, me dije para mis adentros, ya era hora de que me tocara algo que no fuera un vil atraco al bolsillo. El camino pues hasta mi plaza de aparcamiento derivó en una serie de ensoñaciones y desvaríos de todo tipo. Ya verás, como me ha tocado un viaje al Caribe, o algún fin de semana en un barco de esos fiesteros de JB, o mejor, un pase vitalicio para aparcar gratis de por vida, Forever and Ever en todos los parkings del globo, o al menos en los de la ciudad del Viento. Iluso. El tema ya empezó a flojear cuando inicié una nerviosa y excitada conversación con la controladora del Parking, toda ella apostada tras una cabina de cristal de esas en las que meten a los Talibanes cuando van a juicio. Me ha salido esto, me ha salido esto. ¿Qué es? ¿Qué es? pregunté. Y ella, con ese timbre de voz tan desganado como ausente, me replico: “Señor -mal empezamos- el ticket premiado le da derecho a una estancia gratuita”. Me cago en tus muertos más frescos, susurre rabioso entre dientes, y me piré con resignación y la cabeza gacha escaleras arriba, hacia el exterior. Hasta aquí el capitulo grotesco de la tarde. Ahora viene lo de la música, que en sí, es el tema principal de estas líneas. Después de revisarme la vista y comprobar que cada día que pasa veo menos que un topo vendao, para paliar la depresión, me metí en la Fnac, solo a “alparcear” un poco.
Hace años era comprador compulsivo de cds, pero con el tiempo, la tecnología, el Emule, el ascazo que me da la SGAE, y por otras muchas más razones, mi facturación ha bajado, infinitamente más que el tanto por ciento de la venta de discos en España. Desde hace una temporada, los incunables de la música que me gusta conservar, los pillo a través de Internet, en Amazon concretamente. Razones: El precio es mucho más competitivo, el dólar está hecho polvo, aprovechémonos mientras podamos. El catálogo a elegir es increíble, nada que ver con el encorsetamiento musical y sectarismo sonoro que reina en las Españas, donde para conseguir un cd un poquito menos convencional tienes que dejarte mínimo 20 euros, y entre eso, la hipoteca, y los tickets de parking, uno no puede hacer otra cosa que hacerse con un bote de vaselina y echarse a la calle a vender su cuerpo para poder pagarse sus vicios culturales. Y no es plan, las cosas como son.
Con esos pensamientos rondando la azotea, me encontré en la sección de discos con mira tú, un par de ofertas buenas buenas. Origyn of Symmetry y Absolution de Muse, cada uno por 7.50 Euros. Así sí. Los pillé, pagué religiosamente, y sin acritud salí de la Fnac. En la calle hacía frío, pero el tabardo nuevo del Pull & Bear hacía frente al cierzo que rascaba por el Coso de arriba abajo. Hacia Arriba pues fijé el Rumbo para plantarme en la Tienda Tipo, otro de los establecimientos, otrora clave, en la ardua tarea de buscar música de calidad y a buen precio. Cuando llegué, ya noté que los modelos de negocio de las tiendas de música están cambiando, diversificando éstas su Business en otras líneas que aún siempre teniendo que ver con la música, tocan otros palos, quizá más rentables que la venta de cds, reducida ésta a un mínimo espacio en el ya de por sí raquítico local comercial del que goza la tipo. Camisetas, chapas, hasta tatuajes, réplicas en miniatura de ídolos musicales (había una de Kurt Cobain muy guapa, pero 80 euros, vaya margen) eso es lo que más triunfa ahora por lo visto, en las tiendas de música. Allí dentro, dos alegrías más al cuerpo. La primera, un Dvd del que probablemente sea ahora mismo el grupo más en forma del estado, Los Berri Txarrak (otra semana os hablaré con devoción sobre ellos). Trece euros, aceptable, por lo menos no son los veintipico que te piden ahora por cualquier otro documento audiovisual que verse sobre temas musicales. Como me veía en racha, ticket gratis, Muse, Berri Txarrak, me detuve un rato mirando en los estantes. Allí había colgado un cartel en el que se organizaba un viaje para ir a un concierto de Bon Jovi. Jodo pedrín, una cosa es hacer negocio y otra es organizar excursiones para ir a ver al bujarrilla este. Seguimos a la caza y captura de la oferta del siglo, el chiquiprecio de la semana, la oferta loca del día. Letra A, Aerosmith, paso. Letra B, Bon Jovi ¿otra vez? ¿Estamos en Chueca o qué?. B, C, D.... M, Madball. 15 euros, pasopalabra. R, S, T... esta es la mía. The Stooges, disco debut, edición especial con temas remasterizados y cd adicional con descartes de estudio. 8.50 euros. A la Huchaca.
Me fui a la caja, saqué mis posibles, pagué, me aguanté el esputo que me pedía a gritos el póster de Jon Bon Jovi, llegué al parking, puse cara y pose de Marqués pudiente, le dije a la de la cabina de los talibanes que me canjeara mi ticket premiado -segundo salivazo de la tarde que me aguanté- y así emprendí el camino de vuelta a casa, con 3 discos, un Deuvede, y media dioptría más. No estuvo mal.

6 comentarios:

aNiCa dijo...

Que sepas que acabas de ganar muchos puntos delante de tu primo político "Nécora" con el video de los vascos. Es raro hacerse al sonido de la lengua, pero están bastante bien.Besicos.

Janingus dijo...

Je je, anda que por el Norte no hacen buena musica ni ná primi. Berri Txarrak, Barricada, S.A, Su Ta Gar, grupos a cascoporro. Me alegro de haber subido en el ranking de familiares autoctonos aragoneses del Eneko, jeje!!
Besicos!!!

aNiCa dijo...

JOYEUX ANNIVERSAIRE, PRIMO!!!
Madre mía 30 tacos ya, pero eres un viejuno...qué pena no poder estar en Goustranville para asistir a tu super-mega-fiestorro de cumpleaños (porque va a haber un fiestorro, ¿no?).
Y nada, que disfrutes mucho de tu día y muchos besos con sabor a nutella (ya sabes que aquí la nocilla no existe, lo cual es un punto negativo para los franceses...).
Au revoir

Janingus dijo...

Gracias primi!!! Ayer fue mi primer año en la treintena y mi primer cumpleaños con videoconferencia incluida. Que pasote, tia, jaja!!
Buenoo, veo que has abierto un debate en este post, ya que yo, depues de pasar el verano por los San juanes de Luz, biarritz, y demas lugares fronterizos, me di cuenta de que la nutella me mola mas que la nocilla, si si, como lo lees
Serán cosas y rarezas de los 30. voy a dejar de bajarme del Emule perdidos y voy a bajarme el capitulo piloto de treinta y tantos a ver que pinta tiene, jaja!!

Besicos!!!!!

Unknown dijo...

ay coño (con perdón) una de mis canciones favoritas de los berri.

no, no sé cómo he llegado hasta aquí. ea.

Janingus dijo...

Cannibal Queen sea bienvenido tu permíteme, goth-comentario a este Blog.
Saludos!!