sábado, 31 de mayo de 2008

Nirvana "In Utero"



Nirvana seguramente serán recordados, en gran parte, por su obra magna, Nevermind, el disco pater del Grunge. Lo que tristemente quizá no sabremos nunca es que si el zumbado de Kurt no se hubiera volado la tapa de los sesos en aquel lejano y fatídico viernes 8 de abril del 94, su música probablemente hubiera derivado más hacia lo que se intuía y dejaba ver en su último disco de estudio, In Utero.
Nevermind fue concebido para dar el pelotazo. Butch Vig, su productor, y a la sazón batería de los ya, por fin, extintos Garbage, no es tonto, y sus discos siempre han ido impregnados de ese toque comercial que hace que sus creaciones hayan olido un poco a chamusquina de radio fórmula. Por eso, de la corta discografía del grupo de Seattle, me quedo con este In Utero, uno de los discos más tristes y a la vez viscerales y sobretodo sinceros, que el que esto escribe haya escuchado jamás de los jamases.
Sobra decir que Kurt Cobain compuso esta obra con la idea del suicidio en mente. No hace falta leer sus letras, que ya dejan entrever su depresión galopante, su música y voz dejan a las claras que tarde o temprano este genio yonki y esquizofrénico iba a hacer algo no muy bueno con su vida. Siempre autodestructivo, siempre colocado, y siempre genial, Kurt (fan acérrimo de los Melvins) expresaba su constante ira y odio hacia todo, canalizándolo, fundamentalmente, a través de la música (también escribía y pintaba, pero imaginaos lo dantesco de sus textos y obras).
Preocupado por perder su condición de Indie tras la borrachera de éxito post Nevermind, decidió prescindir del citado Vig, escogiendo a Steve Albini como productor de su nuevo disco para recuperar ese espíritu punk que creía haber perdido.
In Utero salió a la venta en septiembre del 93, y enseguida se convirtió en el disco de culto, por así llamarlo, de Cobain y los suyos.
Las canciones que conforman el disco, son de sobras conocidas por todos los simpatizantes de la banda de Seattle. No voy a ser yo quien descubra las virtudes de Rape Me, Serve the Servants, Pennyroyal Tea, y todas las melancólicas y fieras composiciones que la supuesta llamada generación X (jóvenes deprimidos sin futuro vestidos con camisas a cuadros de franela) hizo suyas a modo de Banda Sonora para acompañar su denostada existencia.
La Explosión de Nirvana hizo que la escena de Seattle, de no ser mas que una mas del montón, pasase a conformar la nueva cantera del rock de los 90, teniendo a Pearl Jam, Soundgarden, y Alice in Chains como máximos exponentes de un movimiento efímero pero prolífico y atemporal, cuyo mártir particular Kut Cobain murió como lo debe hacer toda aquella figura que se autodenomine estrella del Rock, ya sabéis, vivir rápido, morir joven, y dejar un bonito cadáver.

sábado, 24 de mayo de 2008

Soziedad Alkoholica "Mala Sangre" (2008)


Cuatro años son muchos para hacer eso, mala sangre, máxime cuando tu grupo se ha pegado todo este tiempo en el ojo del huracán, y no precisamente por motivos musicales. Culpemos a los políticos, a los demagogos, a los que eligen por error a un cabeza de turco equivocado para defender sus ideas, culpemos también, aunque parezca que después, incluso hasta haya que hacerles una reverencia, a la justicia de este país, la que te condena, te hiere, te acusa muchas veces por error, y después, como si nada y sin pedir perdón, levanta la barrera y te dice, venga, que no ha sido nada, chaval. Busquemos aquí los motivos del retraso de la gestación del nuevo disco de S.A y no en los más comunes en las bandas de Rock, a saber, rencillas entre miembros del grupo, proyectos paralelos, rollos de drogas, abandonos forzados, etc, etc. Los Soziedad se han pegado gran parte de todo este tiempo limpiando un nombre, un grupo, una enseña clásica de nuestro rock nacional, y todo porque un día unos cuantos fascistas se enarbolaron el turbante de talibán y se propusieron tirar abajo y fusilar a una banda respetadísima en la escena rockera de nuestro país. Lo que no sabían aquellos meapilas es que S.A llevan más cornadas que Manolete en esto de lidiar con estúpidos, ignorantes y retrogados políticos e instituciones que por volver a ganar votos y un escaño en el congreso ya no saben que hacer con tal de desprestigiar a gente honorable. Más les valía a estos sentarse en su sillón giratorio de Sky a reflexionar sobre la cantidad de sandeces y papeles inútiles que pueden decir y/o firmar en una sola jornada de esas en las que todos se sientan alrededor a decirse de todo menos guapo.
Soziedad Alkoholika, vitorianos, abanderados de la libertad de expresión, duros, reivindicativos, alfareros de discos tan importantes e imprescindibles como Diversiones, Ratas, No intente hacer esto en su casa, o el genial Tiempos Oscuros, vuelven a la carga, con más cicatrices y ganas que nunca, a ocupar el trono del que se tuvieron que apear forzosamente para impartir justicia entre las huestes más deshonrosas de un gobierno que afortunadamente ahora mismo anda más preocupado en elegir a su nuevo bufón de la corte. Entretenidos pues estos, ocupémonos de la música de este último y tremendo Disco.
Mala sangre se nos presenta como una vuelta a los orígenes más viscerales y fieros de la banda Vitoriana. Su acabado final, remasterizado en un sello tan imprescindible y metalero como lo es Roadrunner, han hecho de este disco, uno de los más duros de su discografía. El toque Roadrunner se advierte en las guitarras afiladas, en los dobles bombos marca de la casa del grupo, que en este disco suenan profundos, sincopados, y a toda leche, sin dar respiro. Letras de nuevo comprometidas, punzantes y dando ahí, donde más duele. Las colaboraciones son quizá lo más sorprendente de este gran disco. Ratos de Porao y los maños Violadores del Verso facturan un par de temas junto con Juan, Pirulo y los suyos que dejan mucho más redondo un disco ya de por sí, impoluto, de diez. Mala Sangre es el regreso de S.A que todo fan suyo andábamos esperando. Habrá quien quiera boicotear sus conciertos, acusarles de estupideces y ganar votos a costa suya, lo que no saben es que estos imprudentes han elegido a la gente equivocada.

lunes, 19 de mayo de 2008

Danko Jones "Never Too Loud" (2008)


Danko Jones es un tipo que la carretera ya se la conoce de arriba a abajo. Habría que ver el cuentakilómetros de su furgoneta porque, a buen seguro, le habrá metido buen tute. Su carrera ha permanecido hasta hace bien poco, alejada de las cámaras y los focos, y muy cerca de tugurios, garitos de mala muerte, Budweisers a pie de carretera y barra, y toallas embadurnadas de ese sudor que solo el sabe sacarse y sacar, a todos los valientes e interesados que se acercaban a ver sus bolos. Lo suyo es Rock n´roll y punto, sin contemplaciones, sin mezclas, puro, y ya está. El de toda la vida, el clásico, ese sonido que te recuerda a concentraciones de moteros, el que suena en salas pequeñas y no en Arenas o Estadios. Así es Danko Jones, o era, porque una vez escuchado su último y esperado disco, uno piensa que hasta Danko, ha sucumbido al mainstream, no de golpe, pero va por el mal camino. Lo que antes eran tratados de rock sin concesiones, rápidos, vitamínicos y fugaces, se ven ahora eclipsados por medios tiempos que ya me dan bastante mal rollo. Tipo Bryan Adams, para que me entendáis. Si uno escucha sus anteriores obras, concretamente las de Sleep is the Enemy y sobre todo las de We Sweat Blood, echará en falta en este Never too Loud una pizca bastante grande de esas dosis de agresividad y raza, que han hecho a Danko, un tipo muy respetado y querido en el panorama español, no solo por el juego de palabras que se puede hacer con parte de su nombre y la totalidad de su apellido (“Dan Kojones”, así se le conoce más por la península), sino porque su música honesta e íntegra siempre ha sido bien recibida en un país como el nuestro en el que lo prefabricado y testado, lo fácil, lo políticamente correcto, la poca sinceridad y el usurerío, es la nota predominante por estas tierras. Ojalá Never too Loud solo sea la prueba de fuego que ha tenido que pasar el bueno de Danko para darse cuenta de que lo suyo es la furgoneta y no la MTV.

Gluecifer "Automatic Thrill" (2004)


Lo raro es que me salga alguna palabra intentando redactar algo de Gluecifer. No se si os pasará también, pero cuando toca hablar de algo o alguien que te entusiasma como nada, las palabras cuestan salir, cuesta soltarse, así que aviso que estas líneas pueden quedar inconexas, poco coherentes, y con nulo o escaso significado aparente. No se la de veces que habré escuchado Automatic Thrill en los últimos 3 años, tampoco las cuento, pero me da a mí que han sido muchas, muchas las escuchas que uno le ha dedicado a este disco. Razones no faltan. Gluecifer tienen, mas bien tuvieron (su separación nos dejó un bien avenido efecto colateral llamado Bloodlights) todas las cualidades necesarias para ser una banda de rock de cierto éxito, vamos a llamarla de culto oye. Para empezar eran suecos, y eso ya es mucho. Esta gente tiene algo en los genes, no sé, una bacteria, o un hongo o algo, que hace que su música, sin ser nada nuevo, tenga un cariz de frescura en su sonido que ningún otro país ha conseguido captar con sus grupos de Rock. Turbonegro, Hellacopters, In Flames, Backyard Babies, son muchos los grupos que han salido de las Escandinavias dejando el pabellón bien alto.
Esta claro, en Suecia o trabajas en Ikea, o tienes una banda de rock. Aparte, Gluecifer cuidaron una imagen y un estilo que les valió granarse oro y plata allá por donde dejaban caer sus inmensos directos. Se apostaban tras una muralla de sonido y sus shows destacaban por sonar de aúpa, de lujo, y rápido, muy rápido, al estilo Ramones. “One Two three four”..... y a darle cera.Automatic Thrill reúne todo lo que hizo grande y respetado a este grupo. Se ha hablado de reuniones, de giras puntuales, ya sabéis, poderoso caballero es don dinero, ya veremos a ver por donde acaban estas voces. Gluecifer lo dejaron por hastío y aburrimiento. Sería del género tonto enturbiar una carrera basada en aquello de dejárselo todo encima de un escenario por un puñado de dólares que aunque puedan ayudar a pagar hipotecas, guarderías, y letras de coche, seguro que no dejaría el buen sabor de boca un tanto nostálgico que soltaron tras de sí adornado con un nimio halo de tristeza, cuando el grupo anunció su separación consensuada y de carácter inminente. Casi es mejor poner el volumen a tope y pincharse el Automatic Thrill. Es el mejor testamento que un grupo tan poderoso como Gluecifer pudo dejarnos.

viernes, 2 de mayo de 2008

Black Mountain "In The Future"


Da gusto encontrarse con grupos como Black Mountain, bandas que prefieren centrarse en la música en lugar de la imagen y/o el Marketing este caníbal que acaba por fagocitar mas temprano que tarde a un buen puñado de bandas, máxime si son noveles. Ahora que tan de moda esta el Emo, el Screamo, o todo movimiento musical que lleve incluido de serie el flequillo y las converse All Star asentadas sobre unos pantalones de pitillo, grupos como este que reivindican el rock progresivo de principios de los 70 se dejaran querer y mucho por los que preferimos, a veces, que las bandas de ahora echen una mirada atrás y emprendan su carrera con el rock añejo como modelo musical a seguir.
Black Mountain defiende un estilo de música aguerrido y puro, denso, de riffs pesados, pero de voces cristalinas y plurales, masculinas y femeninas, todo ello adornado por unos teclados tipo Doors o Deep Purple, ya sabéis, esos que se integran perfectamente en la melodía y en el ritmo de las bandas propias del Rock de los 70.
In the future es un disco de escuchas, de larga duración. De los de ponérselos con casco y todo y dedicarles una tardecica de esas en las que no sabes que hacer. Solo de esa manera se aprecia la profundidad de temas como Stormy high o Tyrants, y por ende, de todos los que pueblan este segundo trabajo que esperamos, solo sea un aperitivo de lo mucho que nos van a retrotraer al pasado - dicho sea en el buen sentido de la palabra- esta prometedora banda de origen canadiense.