lunes, 7 de abril de 2008

Punk



Desde hace una temporada ya, por casualidad he descubierto que cuando cae la noche, para poder conciliar el sueño que siempre se demora más de lo recomendado, uno prefiere sentarse a darle un rato a la tecla en detrimento de lo que antes eran unas veladas apasionantes jugando al FIFA 08 en la Play. Al final, si he de pegar ojo, lo hago mejor dándole vueltas a lo que he escrito y/o pensado, ya sea en alta o voz baja, o por escrito en esto que ahora leéis, siempre pasado por una especie de filtro de seguridad que uno se auto impone para no importunar en demasía al respetable. Intento no dispersarme, pero nunca lo consigo. Si os dais cuenta toda esta especie de ponencia plasta que tenéis en vuestras manos empieza en el momento en que una noche, contra un inglés, pierdo cinco a cero jugando online al antes mencionado FIFA 08. El con el Chelsea, yo con el Barça, Hat Trick de Drogba, uno de Pizarro, y otro de falta directa de Lampard. Mi defensa todavía esta buscando sus caderas en el campo. Lo único que pude hacer es cazar por detrás a Wright Phillips y mandarlo a la caseta lesionado. Esta mal, lo se. Lo hice por despecho. Lo veis, ya me he ido por las ramas...

Malos tiempos para la lírica, rachas, golpes bajos, a todos nos dan. Nadie escapa a las vendettas y a las puñaladas traperas. A todos nos las asestan de vez en cuando, unas duelen más, otras menos, y otras las esquivas valientemente cual Capitán Alatriste. Pero lo cierto es que todo esto, se lleva mejor si cuando sales de ese trabajo que ya no te llena y estas intentando dejar, lo canalizas a través de escritos, borrones, tachones, y música de fondo.

Llevamos unas cuantas líneas ya, y todavía no he dicho nada de la foto que acompaña a este artículo. Pero Nevermind The Bollocks tiene más que ver con esta charla de lo que hasta yo mismo creo.

Tengo por costumbre escuchar este disco cuando las cosas no van bien, cuando flaqueas, cuando tu orgullo tiene que ser reforzado, y cuando tus ideas y tus principios están cuestionados hasta por tí mismo. Lo tengo siempre a mano para tirar de él en esos apurados momentos en los que la única forma de protestar que tienes es escuchando punk. Este disco fue el que, no probablemente iniciara todo (antes ya estaban Stooges y los MC5), pero sí el que fomentó una revolución musical y sociológica que a día de hoy, no conoce precedentes. Otro día haremos memoria histórica y comentaremos aquí, si os parece, el auge, explosión, y la absorción por parte de la industria, de este fenómeno que irrumpió en la Inglaterra de los 70 como un auténtico vendaval. Hoy ya me perdonaréis pero el cuerpo me pide otra cosa.

Quizá el punk, aunque pueda parecer lo contrario, sea el término más amplio e interpretable de la música, el género más moldeable. Yo lo veo, lo siento, y lo vivo no desde el punto de vista más purista, esto es, el que incluye las crestas, la demagogia política, la negación de cualquier regla y orden, el libre albedrío, o la insumisión a todo tipo de leyes, dictados, y por supuesto, estados gubernamentales.

Me atrae el punk por su primeriza honestidad, por su perseveración en la defensa de sus ideas, y por hacer del orgullo, quizá el último resquicio de nuestra personalidad que podamos defender y del que nos podamos sentir, valga la redundancia, orgullosos de hacerlo.

Con todo esto, y ante tal panorama, uno tiene que hacerse fuerte, tener suerte de tener una familia de 10, una pareja comprensiva y empática, amigos con los que desconectar y desahogarte a la vez, y un buen puñado de discos que ponerse a tope cuando las cosas vienen mal dadas. Sex Pistols son el mejor compañero de viaje para ese difícil y descorazonador camino. Está comprobado ante notario que tararear God Save The Queen, Sub-Mission, o la celebérrima Anarchy in th U.K, al menos una vez al mes, alivia stress, baja la ansiedad, refuerza ideas, aclara la mente, y sube la autoestima.

Ya es tarde, y pido disculpas, quizá todo este batiburrillo de palabras hubiera sido más conveniente soltarlas de tirón en alguno de esos programas nocturnos donde la gente llama, se desahoga, cuelga el teléfono, y espera insomne un consejo que nunca llega. Os ha tocado la chapa hoy, lectores del Ribera. Ya lo siento.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada día me sorprenden y me llenan más tus artículos. Cómo mezclas lo irónico con vivencias personales y todo ello relacionado (y de qué modo) con música, me parece increíble, increíble el talento que tienes.
Y yo sí puedo dar fe de lo orgulloso que tienes que sentirte de ti mismo, no sólo por lo que escribes sino por cómo eres. La mejor persona que he conocido, lleno de principios y valores. Así que esperemos que dentro de unos días vuelva a salir el sol para todos, especialmente para ti.....
POr cierto, no podrías haber puesto otro ejemplo y no la goleada contra el Barça???? chstttttt

Janingus dijo...

Mil perdones por no haber contestado todavía a Phoebe, y mil perdones por haber puesto como ejemplo futbolero a tu querido Barça, jeje.
Afortunadamente como ya sabes bien, parece que aunque estos días esten nublados, el sol se empieza a vislumbrar poco a poco. Ya queda menos guapetona. Sabes que te debo mucho,
Besicos!!!