Reconforta y no poco, encontrarse a veces con gente que opina igual que tu en según que cosas. A menudo, crees que lo que piensas, lo que haces, o lo que dices no es lo normal, lo establecido, lo musicalmente correcto. Por eso sientes la necesidad de transmitirlo a alguien, mas que nada para tener otra opinión, otro punto de vista, sea bueno o malo, da igual, pero así por lo menos sabes por donde van los tiros. Cuando inicie esta nueva y neófita andadura en Ribera 2000, caí en la cuenta de que afortunadamente los triángulos sí que tienen que ver con la música, y muy mucho ademas, que hablar de ella no tiene porque se frío y distante, y sobretodo y lo mas importante, que la música sirve para otras muchas cosas que por supuesto no incluye el hablar de ella, como si propiedad privada o coto deportivo de caza fuera o fuese. Sirve también para recordar, para hacerlo con mas claridad, con mas fuerza si cabe.
Los que creemos firmemente en la música como banda sonora de nuestras vidas, vemos esta como un vehículo para rememorar todo aquello que nos ha pasado, tanto lo agradable como lo un poco agrio, tanto lo claro y diáfano como lo oscuro y triste. A veces es mas fácil evocar ciertos recuerdos escuchando según que tonadilla, voz, o melodía, que indagando en nuestros pensamientos tumbados a la bartola, o peor aún, si es el caso, en el diván de algún loquero con pocos sentimientos y mucho afán de lucro.
Cuantas veces he departido con mi gente acerca de tal anécdota o tal hazaña tiempo ha, cuantas veces he recordado con mis amigos aquella noche en un Seat Málaga escuchando a los Calis, o llendo de vacaciones, Zafira al volante, con los Zeppelin a tope, o grabando esa cinta de varios pensada para quien tu ya sabes y ponerla en el momento justo, a la hora y en el lugar indicado. Decidme porque no es lícito haceros saber que cuando en el Colombo, 1900 en mano, y con antes Hugo, y ahora Roche (dos expertos en la materia) ponen una canción de Metallica, todos contemplamos al bueno de Maikel , como lo goza, como lo vive...
Por eso, siempre que pueda, y a sabiendas de provocar escozores de diversa índole, os haré saber lo que la música hizo por mí en según que momentos. No se me da bien analizar cualquier cosa de lejos, por encima, redactando cual soporífera enciclopedia Espasa. Si el tiempo libre me acompaña, que ya prácticamente no se que es tenerlo, de buen gusto os contaré todo aquello que sea reseñable, todo aquello que acontezca, que piense, o que se tercie, siempre, y solo siempre, que por supuesto, vaya acompañado de algún tema musical, sonando de fondo. Feliz Año, Rockeros del lugar.
lunes, 31 de diciembre de 2007
miércoles, 26 de diciembre de 2007
The Bellrays "Have a little Faith"
Todos sabemos que es dificil innovar en esto del rock. Cada vez cuesta mas encontrar combos incorformistas, independientes, atrevidos y honestos, no solo en su actitud(que eso lo tienen casi todos), sino en su ideología y planteamientos musicales. Por eso, cuando piensas que esta todo inventado, que todo el pescado esta vendido, aparecen The Bellrays para decir, vale, no vamos a la moda, no somos los mas cool, no llevamos flequillo ni calzamos Vans, pero hacemos música, y de la buena, que eso es lo que cuenta.
Parece raro, pero The Bellrays son un mezcla de Funk, Soul, Punk, blues, y Hard Rock. Historicamente,todo esta mezcolanza de sonidos antagonicos, una vez pasado por la turmix, da como resultado un disco a lo Beck, es decir, abarcando mucho, pero apretando poco, así, como el refrán. A mi, que queréis que os día, tanta cosa junta y revuelta, por norma general, se me atraganta. Lo de querer sonar a todo y no llegar a nada suele ser la tónica mandante en ese tipo de experimentos con gaseosa musicales. Por eso, cuando leí acerca de esta gente, no lo hice sin cierto recelo y precaución. Craso error. The Bellrays sorprende primero por la voz de su cantante, mas cercana al Soul de la Motown, que al punk de Ramones o al Rock de Ozzy. Pero si por detras tienes a una banda de musicos amante de los discos de los Stooges, la cosa cambia bastante. Así pues Lisa Kekaula (front Woman del grupo) nos suaviza con su primera canción, "Tell the Lie", para luego meternos en una voragine sónica punk rocker de muchos kilates con temas como Chainsong o Shotgun. Temazos de dos minutos de duración donde las guitarras cobran protagonismo en detrimento de la negra voz de su cantante. Por eso "Have a Little Faith" es un disco muy compensado y equilibrado, donde en cada canción toma protagonismo el elemento mas importante que toque en cada momento, Guitarras sucias en temas punk, Voz aterciopelada en Soul, y bajo ritmico en los temas Funk.
Lo dicho, The Bellrays, unos tipos raros del lugar, unos frikis de la industria, pero un grupo como la copa de un pino que con discos como este, espero que provoquen urticarias de todo tipo a ciertos grupos y/o solistas Mainstream y lamentables a partes iguales cuando sacan un disco (por llamarle algo) y dicen que esta lleno de influencias de todo tipo. Al César lo que es del César.
lunes, 17 de diciembre de 2007
Green Day. "Dookie"
Año 94. El que esto escribe rondaba por aquel entonces las 16 primaveras. Inquietudes musicales de la época: Básicamente el disco rojo y azul de Los Beatles que en tiempos le mangué vilmente a mi madre para quedarse, definitivamente, en la estantería de mi cuarto. Hacía tiempo ya que los 40 principales me resbalaban bastante. Los Boyz II Men, UB40, Ace of Base y demás chusma radiofónica ya no me entraban por el oído de ninguna de las maneras.
Un día cualquiera, sábado para mas señas, pongo la tele, mediodía, del 40 al 1, candidato a la lista dice Fernandisco, y yo ya con los pelos de punta. Recién comido y escuchar lo nuevo de las TLC? uff, no estoy psicológicamente preparado. Pero no, justo antes de hacer Zapping, aparece en escena un grupo que se hace llamar Green Day. Su single, Basket Case: “Do you have the time, to listen to me Whine”...y de repente, todo cambió. Al día siguiente cogí el bus a Zaragoza y me plante en El Corte Inglés. Allí le enseñé a la dependienta un papel donde apunte el nombre del grupo y el título del disco (mi inglés no estaba del todo depurado como para ir al Corte Inglés y hacer la risa).
A las 7 ya estaba de vuelta en casa con la cadena a todo trapo alucinando ya no solo con Basket Case. Recuerdo que salté como loco al escuchar Longview, Welcome to Paradise, o When I Come Around. Fue entonces cuando mi madre debió pensar que su pipiolo se había vuelto un macarra que escuchan grupos “de esos que berrean”. Con lo tranquila que estaba ella cuando sonaba en casa el Yellow Submarine...
Ni que decir tiene que a los de Liverpool no los he dejado de escuchar nunca, pero a raíz de la publicación de Dookie y casi casi después del Smash de los otrora imprescindibles The Offspring, mi visión de la música cambió radicalmente.
Gracias a ellos descubrí a los culpables del Punk. Ramones, Sex Pistols, The Clash, Iggy and the Stooges, Gorilla Biscuits, Suicidal Tendencies, Black Flag, y un largo etc de grupos increíbles.
Ha llovido mucho desde entonces, son muchos los grupos y los discos que han desfilado por mis orejas en este tiempo, pero a Green Day les guardo especial cariño, y mi madre pues oye, al final esta tranquila porque su niño no le ha salido con cresta de colores.
lunes, 10 de diciembre de 2007
Radiohead "Ok Computer" (1997)
Vaya por delante que la idea de escribir esta semana de Radiohead se la debo a mi prima Carmina ("Car" para la familia). Y es que la tengo loca por Londres alucinando con la música de los de Oxford, grupo que he vuelto a rescatar de la lista de álbumes del Itunes después de haberme enterado de su nueva pasión musical puesta de manifiesto en su recién estrenado blog particular.
Alentado por ese nuevo fervor familiar, cogí el Ok Computer el pasado lunes, y más de una semana después todavía suena (y muy alto) “Karma Police”, “No Surprises”, “Paranoid Android”, y todas las canciones que pueblan uno de los discos más laureados de los 90, y con razón.
Su música es bastante difícil de encasillar, y eso ya deja caer un elogio bastante potente. Toda banda que se precie, por una extraña razón, deber pertenecer a algún género, corriente, o estilo musical. Vivimos en el mundo de las etiquetas, donde para encontrar tu sitio debes pertenecer y/o tener afinidad hacia alguien o algo. Parece paradójico que la sociedad alienante e individualista en la que vivimos nos empuja irremediablemente a vivir en una especie de colonia, burbuja, corrillo -llámalo X- de personas que tienen algo en común, ya sea un estilo musical, de moda, de cine, o de lo que se tercie. Hablamos de “involucración” (bonito palabro).
Radiohead ya lo debieron entrever hace unos 10 años cuando publicaron Ok Computer, álbum cuya temática fundamental gira en torno a la soledad del individuo, a los conflictos mundiales, la alienación del personal humano, y la desidia hacia todo lo que nos rodea. Con todo este panorama tan alentador, un disco como este tiene que ser, o salir, o ser parido de una forma especial, y más aún si su principal artífice es Thom Yorke, voz y cabeza pensante (y atormentada) del grupo que hoy nos ocupa. Pocas voces, y ya no solo hablamos de Rock, transmiten la pena y la desesperación como la de York, un tipo de aspecto mínimo que encima de un escenario crece, se transforma, y explota en un coloso monumental, una bestia parda capaz de alcanzar cualquier registro vocal, por difícil que sea.
No se, tal y como esta el cotarro, a donde nos deparará el mundo en que vivimos, pero si os queréis anticipar a él, escuchar siempre que podáis a Radiohead, unos visionarios, unos iluminados, donde un profeta llamado Thom Yorke, nos lleva a través de su música a pensar en aquello que un día un listo de estos se preguntaba: "¿Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos?" No os preocupéis, Thom ya nos avisa en su canción numero 10, "No alarms, and no surprises, Please". Si Nostradamus Yorke me lo dice, pues ya me quedo más tranquilo oye.
miércoles, 5 de diciembre de 2007
Oasis "Definitely Maybe"
Y tu de quien eras? de Blur, o de Oasis? Yo sin duda alguna era de Oasis. Blur tenían sus buenos momentos, pero discazos como este que hoy nos ocupa, o el posterior y celebérrimo, "What´s the Story morning Glory"? no los facturaron,ni de lejos, Damon albarn y los suyos en toda su exitosa y agitada carrera. Supongo que será por eso, que el disco que mas oigo de Blur, es el de grandes exitos.
En fin, a lo que iba, Oasis, y mas en concreto, "Definitely Maybe", o como crear el Brit Pop y no morir en el intento. Si obviamos los ultimos trabajos de la banda de Manchester, si somos capaces de dejar atrás su arrogancia, sus borracheras, sus esputos verdes lanzados con inusitada precisión tanto a medios como a aficionados, su prepotencia y chulería, y demas pose y esteriotipos varios, coincidiremos seguramente en afirmar que este disco es, asi a bote pronto, la leche. Desde el inicio hasta el final este largo esta lleno de himnos, de canciones atemporales, de rock del bueno, de medios tiempos de esos que no dan sueño, todo, todo, todo, en "Definitely Maybe" es digno de elogio.
Ahora bien, tambien tengo que decir una cosa. A toro pasado, como suele ser habitual, las cosas se ven con mejor perspectiva, y si "Definitely Maybe" me hubiera pillado con 30 tacos como los que ahora mismo van en camino, y no con 16 que fue con los que me enganchó, probablemente no le hubiera hecho ni caso, y me explico.
Su música es extremadamente accesible, de facil digestión, una banda con la que identificarte de joven, con la que empezar a fardar de escuchar según que cosas y otras no, es el grupo perfecto para que un imberbe como yo dijese en su día, yo escuho a Oasis y paso mogollon de la Lista Afyve, por ejemplo. Y de querer llevar esas lupas tan chulas que calzaban los hermanos Gallaguer y no las de Rompetechos que me pusieron, a mala virgen seguro, en Cámara Opticos, por no hablar de volverse loco intentando conseguir una de esas parkas tan guapas con las que salían en los videoclips (ese rollo Mod Quadrophenia), y de soñar con acertar una quiniela a medias con los colegas para poder agenciarte una lambretta de esas, de las grandes,como dios manda.
Quizá por eso, Oasis es una banda nostalgica, de las que te recuerdan cosas que creias olvidadas, sueños, ilusiones, metas adolescentes, viajes a Inglaterra, etc, etc.. Eso es lo bueno que para el que esto escribe tuvo el famoso Brit Pop. Si el grunge deprimía al personal de la Generación X, si el Punk puso patas arriba los ordenes establecidos, el Brit Pop fue el movimiento que con el tiempo, se recuerda con una cierta y agradable melancolía.
lunes, 3 de diciembre de 2007
Wolfmother "Wolfmother"
Hubo un tiempo en el que las bandas de Rock no es que fueran imperecederas, pero al menos lo parecían, y aunque al final todos los miembros de un grupo acabaran tirándose los trastos a la cabeza, o lo que es peor, amaneciendo ahogados en su propio vómito, el legado musical que nos dejaban era cuanto menos, atemporal. ¿Nombres? En mi caso esta claro: Led Zeppelin, Black Sabbath ,Ac/Dc y The Beatles (por este orden además). Page y Plant podían rendir culto al diablo, ponerse hasta las cejas haciendo ritos satánicos y demás movidas, pero yo escucho “The Inmigrant Song” o “When the Leeve Breaks” y se me ponen los pelos como escarpias.Los tiempos cambian, la industria también, y las bandas de ahora poco o nada tienen que ver con las anteriormente citadas, ya no solo en su propuesta musical, sino en su integridad como grupo. El fenómeno myspace (un espacio donde haciendo dos clicks te montas una Web multimedia bastante decente) ha provocado una avalancha de grupos que a las primeras de cambio pegan el pelotazo musical montándose en el dólar (lo que comúnmente se llama “Hype”) y al día siguiente su música queda desterrada en el olvido. Con lo cual, los que un día parecen los salvadores del rock, al otro parecen los tontos del pueblo.Arctic Monkeys por poner un ejemplo son un grupete de amigos imberbes que sin llegar a la veintena y colgando un par de temas en el Myspace de marras, consiguieron llenar pabellones en Inglaterra sin tener siquiera un disco en el mercado. Aquí las discográficas han visto el nuevo filón musical, fichando a grupos como éstos y poniéndoles un disco en la calle a las primeras de cambio aprovechándose del tirón popular y del boca a boca. Consecuencia: el primer largo de Arctic Monkeys es el disco debut que más unidades ha despachado en el Reino Unido superando con creces al de Los Beatles.
Wolfmother es otro de estos pseudo-grupos que además me viene al pelo para estas líneas, ya que han sabido como nadie sacar partido al tema Internet, y además su música es calcada a la banda de Ozzy Osbourne. Esto puede ser criticable o no. Yo soy de la opinión de que quien intente copiar a Ozzy, primero, lo lleva claro, y segundo, le alabo el gusto. No se cuan larga será la carrera de estos australianos deudores del Hard rock de los creadores de “Iron Man”, pero mientras sigan facturando canciones como “Woman”, “Dimension” o “Pyramid”, bendito sea el MySpace, el Emule, el Soulseek y todos los medios digámoslo así, no oficiales, para agenciarse música en la red.
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