domingo, 3 de febrero de 2008

Bloodlights "Bloodligths"


Podríamos decir, que Bloodlights es un efecto colateral, bien avenido eso sí, de los añorados Gluecifer, un imprescindible grupo de rock escandinavo, que nos dejo perlas musicales como Automatic Thrill -cuatro años después, A call From the Other Side sigue poniendo al personal los pelos como escarpias- allá por el 2004. Tras su inesperada pero democrática separación, no ha tardado mucho su guitarrista, Captain Poon, en poner en marcha un nuevo proyecto con el que parece que quiere seguir trabajando y moldeando, las mismas líneas maestras que hicieron de Gluecifer un grupo de culto sobresaliente. Su disolución se basó principalmente en causas puramente emotivas, me explico. Las razones que esgrimieron para explicar su repentino final, no fueron otras que la falta de motivación en los escenarios, y la de un cansancio agotador que les impedía darlo todo en sus cada vez más multitudinarios bolos, lo que a la postre contribuyó a que sus dos últimos discos no estuvieran a la altura de los 3 primeros, donde Gluecifer, sin inventar nada, facturaron unos trabajos, y sobretodo unos directos, de aupa. Al que parece que todo esto le pasaba de soslayo es al guitarrista y protagonista de este articulo, Captain Poon. Cuando escuchas a Bloodlights te quedas con ganas de más (supongo que cuando partieron peras, al Señor Poon también le penó no guitarrear más), te fastidia que solo tengan 12 canciones para degustar, pero lo más curioso, lo que queda patente a las primeras de cambio tras una primera escucha de este disco de debut, es que Captain Poon parece que trinchaba y cortaba más el bacalao en Gluecifer de lo que todos pensábamos. La música es muy parecida, nos suena familiar, esos contundentes riffs nos traen buenos recuerdos, la batería, a toda castaña, sonando siempre rápido, más cerca del Rock´n roll que del Punk rock, nos evoca momentos ya vividos y escuchados que creíamos perdidos. A todo esto, el bueno de Poon se lanza aquí también a hacer de frontman y aunque su voz no es tan cruda como la de Biff Malibu (cantante de Gluecifer), su actitud y su imagen casan más con lo que se le presupone a un cantante de rock, o sea, flequillo, tatuajes, cuero negro, y piercings, entre otras cosas. El bueno de Biff cantaba de cojones, pero sus amaneradas formas, y sus facciones de empollón de instituto, te hacían pensar que Malibu, encajaba más con el perfil de diseñador de Ikea, que con el de líder de un grupo puntero dentro de su escena. Lo que se nota de sobras es que aunque este sea un disco primerizo, los miembros que lo conforman llevan mucha carretera a sus espaldas, sudando la gota gorda tocando en muchos locales, grandes o pequeños. Y además, han sabido captar la frescura, la intensidad, la actitud, y el buen hacer de las bandas del norte de Europa. Parece ser que como allí el frío aprieta, no te queda otra que tocar rápido y darlo todo en el escenario para entrar en calor, ese creo que es el valor añadido que tienen estas bandas.
Bloodlights es pues, a groso modo, lo mejor que nos podía pasar a todos aquellos que echábamos de menos a los Gluecifer. Esperemos que Captain Poon y sus esbirros no se cansen tan pronto como estos y su carrera nos traiga buenos discos de los que podamos dar buena cuenta en esta sección.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonito descubrimiento...
GRACIAS

Janingus dijo...

Hola Juliette, gracias por tu comentario. Tus discos también estan muy bien. Te vi por el Azkena hace unos años. Buen Concierto hiciste con los Licks
Saludos!!