martes, 25 de marzo de 2008

Brand New "The Devil & God are Raging Inside me" (2007)



Esta semana, para ir centrando el tema, hablaremos de un género tan importante, fundamental -y a la vez condenado y criticado- como es el Emo. Sin ánimo de importunaros mucho con datos insignificantes y pedantes, este subgénero nace hace unos años como una especie de respuesta tranquila y melódica del Hardcore Americano, centrado en ciudades como Washington o Nueva York. Su propuesta aboga por unos sonidos mucho más oscuros, melódicos, y trascendentales, en detrimento de la furia y la fugacidad del Hardcore más duro. Uno de los elementos fundamentales de este nuevo concepto musical consiste en jugar con el tempo de cada canción. Los pasajes más pausados, oscuros, y eclécticos, se ven sorprendidos por una explosión desgarrada de música y voces que dura sólo unos segundos antes de que todo vuelva a ser de nuevo un remanso de paz, un oasis, una especie de psicodelia pesada y de corte oscuro, iluminada solo a veces por unos punteos de guitarras limpios, poco saturados, y con mucho eco.

Como en todo, no hay género ni corriente que no se vea sometida y absorbida por las masas y el éxito, y a día de hoy, ya es difícil encontrarse un grupo Emo como los de antes. Fugazi, Sunny Day Real State, Thursday, Saves the Day o los Thrice, sentaron las bases de un estilo que por la masificación actual, peca de repetitividad y poco sentimiento. Ya son pocos los grupos que hacen del Emo (abreviatura de emotional) algo digno y loable.



Brand New son una rareza, unos bichos raros del lugar, unos casi veteranos que han podido superar no sin dificultades, tropiezos, y zancadillas de todo tipo, una carrera que por momentos, pudo tener fin.

Tras las mas de 500.000 copias que despacharon de su anterior Obra -porque Brand New no hace discos, factura obras- Deja Entendu, el grupo tuvo que tomar la siempre polémica decisión de seguir la inercia del repentino éxito y dedicarse a tiempo completo a esto de la música, o parar el carro y seguir con sus vidas y tomarse el grupo como un hobby y no como una forma de ganarse el pan.

Se optó por lo primero, y los problemas vinieron. En palabras de los propios miembros del grupo, no es fácil asumir que de la noche a la mañana, lo tengas todo a tu alcance, fama, dinero, salas llenas. Durante su primera gran gira, reconocen que se dejaron llevar en demasía por los viciosos caminos de las mieles del éxito. Y que luego, una vez de vuelta a casa para preparar el nuevo disco, costó habituarse de nuevo a la rutina, a lo de siempre. La fama no les sentó bien, ni siquiera a nivel físico. Su vocalista Jesse Lacey pasó por un proceso quirúrgico bastante importante y grave del que pocos datos sabemos, y que estuvo a punto, hablando en plata, de llevárselo al otro barrio. Superada la enfermedad, y tras una filtración muy avanzada en la red de lo que sería el nuevo disco - lo que les obligó a empezar a componer desde cero-, Brand New empezó a dar forma a nuevos temas que, tras las experiencias vividas, han salido lógicamente más pesimistas y oscuros de lo que se considera normal en un género ya de por sí, nada vital y/o positivo como es el Emo.

El resultado es, The Devil and God Are Raging Inside Me.... .Una obra impecable, elegante, seria. Un concepto de música diferente, una propuesta nada comercial (aunque su música entre perfectamente de primeras) que lo único que pretende es exorcizar los demonios que han atormentado durante todo este tiempo a Brand New. Os recomiendo encarecidamente escuchar Jesus Christ -para nada un single sectario ni mesiánico-. Es probablemente una de las canciones más bonitas y delicadas que he escuchado en mucho tiempo.

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